Por José Luis de la Calva
(De: RT en español).- El presidente ruso, Vladímir Putin, sostiene que en el marco de la búsqueda de una solución a la crisis política Siria, a Rusia le resulta fácil trabajar tanto con el presidente sirio Bashar al Assad como con Estados Unidos.
«Con respecto a, por ejemplo, la crisis siria, nos resulta tan sencillo trabajar con el presidente Assad como con el lado estadounidense. […] ¿Por qué, sencillo? Porque no doramos la píldora a nadie y no cambiamos nuestra posición», declaró el líder ruso en un entrevista incluida en el documental ‘El orden mundial’.
Asimismo, el mandatario abordó el tema de las medidas restrictivas económicas impuestas por Occidente contra Rusia. «Rusia está abierta y dispuesta a trabajar con los países europeos en la economía, en la política y en la lucha contra el terrorismo. […] No vamos a torcer el morro por las sanciones», afirmó.
En respuesta a una pregunta sobre Turquía y el derribo por sus fuerzas aéreas del avión ruso Su-24, Putin declaró que Rusia no quiere romper relaciones con el pueblo turco. «Los consideramos un pueblo amistoso. No queremos romper las relaciones precisamente con el pueblo turco. En cuanto al Gobierno actual de Turquía, nada dura para siempre», opinó el mandatario.
La tensión entre Moscú y Ankara tras el golpe turco «por la espalda»
Rusia dispone de todas las pruebas que permiten confirmar que el bombardero ruso Su-24 derribado en noviembre por un caza turco F-16 no violó el espacio aéreo de Turquía, informó este viernes el Ministerio ruso de Defensa.
Las relaciones entre Rusia y Turquía se han enturbiado a raíz del incidente. No en vano, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó lo ocurrido de «golpe por la espalda» a manos de los cómplices de los terroristas, y firmó un decreto con medidas para garantizar la seguridad nacional. Asimismo, Moscú adoptó medidas económicas especiales en relación a Turquía.
En el marco de la rueda de prensa anual celebrada el pasado jueves, el presidente ruso tachó la acción de Turquía de «hostil». «Han derribado un avión militar, han muerto personas. […] ¿Les costaba tanto descolgar el teléfono y explicarse?», se preguntó Putin.
Regulación de la crisis siria
El líder ruso subrayó en varias ocasiones que el destino de Siria solo puede decidirlo el pueblo sirio. Mientras la tarea principal en Siria pasa por derrocar a los yihadistas que aterrorizan al mundo, «sería un profundo error negarse a cooperar con las autoridades sirias», declaró Putin el pasado septiembre ante la Asamblea General de la ONU.
Según Putin, «Siria tendrá que decidir una forma de Gobierno aceptable y quién los va a gobernar» sobre la base de los procesos democráticos. Entre estos procesos, el mandatario evocó «un trabajo conjunto para la preparación de la Constitución» y la creación de «un mecanismo fiable de control sobre las eventuales futuras elecciones en Siria».
En su rueda de prensa anual, Putin subrayó que en la cuestión Siria-Rusia apoya la iniciativa de Estados Unidos, que pasa por plantear una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
En el seno de la Unión Europea no todos los países comparten la idea de que las sanciones económicas antirrusas deben prolongarse en el tiempo. Italia, por ejemplo, ha bloqueado la prolongación automática de estas sanciones y exige un debate sobre la cuestión.
Matteo Salvini, eurodiputado italiano y líder del partido opositor Liga Norte afirma que en el Parlamento Europeo no son pocos los diputados que se pronuncian contra esta «política antirrusa absurda». Según él, «esta vez la Unión Europea votará a favor de la prolongación de las sanciones contra Rusia por la última vez». La validez de las medidas restrictivas expira el 31 de enero de 2016.